Ya estamos en verano y es muy importante enseñar a nadar a los niños. No sólo se trata de una opción de ocio y diversión sino que también es una herramienta de seguridad imprescindible.

Por lo general los niños no nadan correctamente hasta los 3-4 años, aún así es conveniente familiarizarles con el agua desde que nacen. El primer objetivo debe ser que el niño se sienta a gusto en el agua y no le tenga miedo. El miedo provoca tensión y la tensión impide que los músculos funcionen correctamente. Además se le acelera la respiración, con lo que resultaría muy difícil enseñar a nadar a un niño que tiene miedo al agua.
Es muy importante que el niño nos vea disfrutar en el agua y no transmitirle miedo. Por ejemplo, si el niño se escurre y se le hunde la cabeza debajo del agua, nos reiremos y lo haremos nosotros también. Si cuando sucede eso corremos a consolarle y abrazarle pensará que es algo malo y cogerá miedo.

 

¿Cómo empezamos a enseñar al niño a nadar?

Hazlo divertido

Lo más importante es que los niños se diviertan en el agua para asociar sentimientos positivos con aprender a nadar. Hay que enseñar a nuestros hijos a divertirse y amar el agua a medida que aprenden a nadar.

 

Burbujas y Respiración

Enseñar a los niños cómo soplar burbujas en el agua por la nariz. Esto impedirá que el agua se le meta por la nariz y estén más cómodos cuando empiecen a ir bajo el agua. Luego, se les puede enseñar cómo bucear, soplando burbujas, y volviendo a la superficie a por aire.

 

Flotando

Ahora que tus hijos están cómodos buceando y han aprendido a respirar, el siguiente paso es aprender a flotar en la superficie del agua. Comienza sujetando su cabeza y espalda y pasar gradualmente a los flotadores no asistidas. Les ayuda a relajarse y divertirse si cantan canciones mientras aprenden a flotar.

 

Nadar hacia la pared

El siguiente paso es enseñar a tus hijos cómo volver a la pared de forma segura. Comienza sujetándolos y ayudándoles a deslizarse hacia el borde, agarrándose a él. A partir de ahí, avanzar con el niño haciendo que se tire a la piscina y vuelva al borde por su propia cuenta.